Sentirse poco atractiva  y estar descontenta con el propio cuerpo complica la vida sexual de mujeres de todas las edades, pero podemos cambiar la situación y, de paso, mejorar nuestra salud.

Desde series como ‘Sexo en Nueva York’ hasta ‘Mujeres desesperadas’, pasando por cualquier anuncio de cosmética, perfume e incluso coches, hay un mensaje flotando en el aire: tenemos que sentirnos atractivas, tener una actitud sensual y vivir el sexo a tope. Al mismo tiempo, esas mismas imágenes nos muestran cómo debe ser esa mujer llena de erotismo: para empezar, no supera la talla 38, debe llevar el pelo y la ropa a la última,  poseer una sonrisa perfecta, y por supuesto, tiene tiempo para todo.

Sexo, unos kilitos de más y aspecto descuidado no comparten espacio en nuestra sociedad actual, y esa idea es como un jarro de agua fría en el deseo sexual de muchas mujeres que se enfrentan cada día a la báscula y al espejo.

“Las encuestas indican cómo la percepción del aspecto determina el rol que las mujeres se adjudican hoy en el terreno sexual”, declara el doctor Martin Binks, director de Salud Conductual en la Universidad Duke (EE.UU).

Una investigación realizada en la Universidad de Vigo con 325 chicas universitarias sin trastornos de alimentación y con una media de 19,5 años comprobó que las que se autopercibían como menos atractivas mantenían una menor actividad sexual.
María Lameiras Fernández, doctora en Psicología y una de las autoras del estudio, insiste en la necesidad de salirse de los estereotipos (es decir, de la idea de que hay que ser joven, atractiva, heterosexual y sin discapacidad para tener derecho a una vida sexual plena) y “asumir la idea de que todas, absolutamente todas, somos seres sexuados desde que nacemos hasta que morimos”.

Lo de aceptarnos tal como somos tiene efectos positivos también en la percepción que tienen de nosotras mismas nuestras parejas potenciales. Y, para demostrarlo, nada mejor que echar un vistazo a las encuestas realizadas en revistas masculinas que insisten en que una de las cosas más atractivas de una mujer es la seguridad en sí misma.

Cambio de actitud

¿Y qué cosas podemos hacer para empezar a dar un impulso a nuestra vida sexual?

Siguiendo estas cinco claves lograremos volver a estimular nuestra libido:

  •         Considerar la actividad sexual como un espacio de autocuidado, de fuente de placer, de relax.
  •         Comer más sano mantiene a raya los niveles de colesterol y de azúcar y mejora el flujo sanguíneo a los órganos sexuales y el         resto del organismo.
  •         Introducir cambios, romper la monotonía, innovar (¡ imaginación!)
  •         Realizar actividad física y, sobre todo, los ejercicios Kegel tonifica la zona pélvica. La actividad física nos hace sentir bien,             nos sentimos satisfechas, activas, más atractivas y seguras.
  •         Reflexionar  sobre los estereotipos de género  para romper con la creencia de que sólo las mujeres perfectas (esas que sólo             se encuentran tras el filtro del foto photoshop), son “merecedoras” de una vida sexual plena y saludable. ¡ Un repaso a la               autoestima!

Recuperar el interés

Diferentes especialistas en la materia aconseja 20 minutos de lectura erótica,  tres veces por semana. El objetivo: volver a poner el foco en el sexo para mejorar tanto el impulso como el deseo.

Ir al supermercado o limpiar la casa no tienen nada de sexy. Si toda tu atención se centra en esas cosas, no te quedará espacio para el sexo, independientemente de tu silueta. El peso corporal y la apariencia deja de ser un problema cuando la mujer empieza a sentirse atractiva y a pensar en su faceta de ser sexuado.”

«Lo importante no es tanto nuestro cuerpo si no nuestra cabeza”