Estar y mostrarse desnuda en público tiene, múltiples efectos beneficiosos sobre nuestra salud física, psicológica, social o sexual.

Para muchas personas el hecho de estar desnudos en público cuando el clima lo permite no deja de ser una cosa curiosa, intrascendente o absurda.

Sin embargo el nudismo-naturismo tiene una importantísima dimensión terapéutica, conocida desde siempre, y que cada vez alcanza una mayor vigencia en todo el mundo.

La desnudez nos iguala, destruye barreras de comunicación, hace que desaparezcan los complejos, nos sincera…

Desnudarse es mucho más que quitarse la ropa. Con ella se van ataduras de las que ni siquiera éramos conscientes. Recordemos que  la expulsión del Paraíso identifica el hecho de vestirse con el pecado, la vergüenza, la culpa y el dolor. Enseñar nuestro cuerpo puede considerarse impropio desde un punto de vista moral, no natural…y,  sin embargo, ¿puede haber algo más natural que un cuerpo desnudo?

Las palabras nudismo y naturismo, que en Europa utilizamos como sinónimos, tiene un tercer significado en Estado Unidos: allí al nudismo se le llama también «body acceptance», aceptación del cuerpo.

Un estudio fundamental es el de la doctora Aileen Goodson «Therapy, Nudity & Joy», donde se documenta el uso terapéutico de la desnudez en todas las épocas, desde el antiguo ritual hasta la psicología moderna. Anorexias, bulimias, obsesiones, complejos, neurosis… pueden saltar por los aires con la terapia de la desnudez.

Las personas que practicamos el naturismo sabemos que la sensación de libertad es inigualable…, sentir el sol,  el agua y el aire en todo tu cuerpo…, estar en comunión con la naturaleza…, es lo más parecido a la plenitud de los sentidos.

Un bienestar que promueve una mayor aceptación de nuestro cuerpo, reduce el estrés, mejora la autoestima y favorece la superación de ciertos cánones de belleza que condicionan nuestra vida, en especial a las mujeres.

Los medios de comunicación tienden a mostrarnos ciertos tipos de cuerpos que se consideran en ese momento atractivos, y eso contribuye a que desde pequeñas aparezcan complejos y posteriormente trastornos de enorme gravedad como la anorexia y la bulimia

Si desde pequeñas nos enseñaran a ver la desnudez como algo normal, aprenderíamos que hay diferentes tipos de cuerpos, que no tienen nada que ver con lo que nos muestran los anuncios y las pasarelas (con michelines, estrías, arrugas, cicatrices…), y que eso es lo natural.

Comprobaríamos lo ridículo que resulta que día tras día estemos preocupadas por esa falda que “nos hace más caderas”, esa camiseta que “nos marca demasiado “o el bikini que” no nos realza el pecho”.

Practicar el naturismo suele ser señal, además, de una mayor conciencia ecológica y de respeto a los demás y al medio ambiente.

Es muy habitual encontrar a personas en entornos naturistas que llaman la atención por su compañerismo, generosidad y educación.

Está claro que el  nudismo- naturismo te hace sentir más vital, más satisfecha, más en armonía con una misma, con los demás y con la vida en general…, pero por mucho que te cuente, sólo la experiencia propia puede dar la medida exacta de su valor, así que…

Este verano, ¿te atreves a quitarte el bikini?